Ya pasó más de un mes y voy a pretender que esto es una cosa de esas que la gente llama revistas y que se imprimen cada mes... Habiendo dicho eso, hey ho! let's go!!!
Mientras en México se recordaba uno de los peores errores de nuestra historia, Santa Monica se preparaba para ser literalmente sacudida (otra vez) por una ola de destrucción sónica en su estado más puro. El pasado dos de Octubre fue la última fecha (hasta ahorita) del tour de reunión de My Bloody Valentine y fue memorable (ha sido la experiencia artística más cabrona de toda mi vida...).
Lookin' good!!!
La zona tenía un paisaje bárbaro, el cielo limpio y el sol fuerte pero (como el Weather Channel indicaría) con una sensación térmica de unos 15 grados (mr. weatherman!!!), o sea frío. El Civic Center estaba normal, a un par de cuadras de la playa y muy limpio, un auditorio sencillo con capacidad como para unas 6 o 7 mil personas.
Santa Monica Civic Center
Bilinda Butcher
Foto por: explosions
Pasó el trago de orina y casi una hora para que Kevin Shields, Bilinda Butcher, Debbie Googe y Colm Ó Cíosóig rompieran con toda la ola mítica de videos mal grabados, bootlegs, leyendas, recuerdos, etc. etc. Todo fue perfecto, las paredes de amplificadores, las pedaleras gigantes, ls proyecciones, la iluminación, simplemente las condiciones fueron las mejores, no hubo mejor momento para una reunión que éste.
Iniciaron con I Only Said y justo después bang!!! When You Sleep. El sonido era tremendo, el PA súper poderoso, todo era un ataque directo hacia la audiencia, y no sólo sónico, también físico y visual. No hizo falta la (clásica) interacción de la banda con el público, un par de "thanks for coming" de parte de Bilinda y un extremadamente tímido Shields fueron suficientes. Esa "interacción" se dio de otra manera, simplemente éramos privilegiados de estar ahí, era casi como si la banda nos hubiera dado la oportunidad de entrar en su mundo por casi dos horas.
My Bloody Valentine @ Santa Monica Civic Center
Foto por: ddkim
Mientras en México se recordaba uno de los peores errores de nuestra historia, Santa Monica se preparaba para ser literalmente sacudida (otra vez) por una ola de destrucción sónica en su estado más puro. El pasado dos de Octubre fue la última fecha (hasta ahorita) del tour de reunión de My Bloody Valentine y fue memorable (ha sido la experiencia artística más cabrona de toda mi vida...).
Lookin' good!!!La zona tenía un paisaje bárbaro, el cielo limpio y el sol fuerte pero (como el Weather Channel indicaría) con una sensación térmica de unos 15 grados (mr. weatherman!!!), o sea frío. El Civic Center estaba normal, a un par de cuadras de la playa y muy limpio, un auditorio sencillo con capacidad como para unas 6 o 7 mil personas.
Santa Monica Civic CenterYa adentro, te regalaban earplugs a la mínima provocación, en la barra, en el merch, en el baño... nadie quería una demanda por destrucción de oídos, pero después de todo, todos íbamos a eso. El primero en subir al escenario fue Pete Kember (a.k.a Sonic Boom, que hace un par de semanas tocó en el Mutek), con un baterista, un bajista y un Jason Pierce inflable con silla integrada.
Los Spectrum arrancaron con una versión larga de Mary (la iluminación y las capas eran totalmente hipnóticas) y siguieron clásicos de fuckin' Spacemen 3!!! Hubo Transparent Radiation, How You Satisfy Me, Revolution!!!!!, una versión mind blowin' de When Tomorrow Hits (el wah del Jason Pierce inflable era un taladro) y Suicide. Sonic Boom agradecía en todo momento con su voz mojada en delay y justo antes del tributo a Martin Rev y Alan Vega, cuando anunciaba que sería la última canción, dijo algo así como "enjoy what you've waited for"... shit! shit! shit!
Al terminar me sentí como un idiota por haber estado en el bando de Spiritualized y haber hecho a un lado a Sonic Baby Boom, pero hey! nunca es tarde... Después de ese acto de psych-hypno-tremo-shit llegó el punto vomitivo de la noche, Miss Gemma Hayes. En cuestión de segundos destruyó lo que había construido Kember, todo lo convirtió en un maldito Lilith Fair!
Los Spectrum arrancaron con una versión larga de Mary (la iluminación y las capas eran totalmente hipnóticas) y siguieron clásicos de fuckin' Spacemen 3!!! Hubo Transparent Radiation, How You Satisfy Me, Revolution!!!!!, una versión mind blowin' de When Tomorrow Hits (el wah del Jason Pierce inflable era un taladro) y Suicide. Sonic Boom agradecía en todo momento con su voz mojada en delay y justo antes del tributo a Martin Rev y Alan Vega, cuando anunciaba que sería la última canción, dijo algo así como "enjoy what you've waited for"... shit! shit! shit!
Al terminar me sentí como un idiota por haber estado en el bando de Spiritualized y haber hecho a un lado a Sonic Baby Boom, pero hey! nunca es tarde... Después de ese acto de psych-hypno-tremo-shit llegó el punto vomitivo de la noche, Miss Gemma Hayes. En cuestión de segundos destruyó lo que había construido Kember, todo lo convirtió en un maldito Lilith Fair!
Bilinda ButcherFoto por: explosions
Pasó el trago de orina y casi una hora para que Kevin Shields, Bilinda Butcher, Debbie Googe y Colm Ó Cíosóig rompieran con toda la ola mítica de videos mal grabados, bootlegs, leyendas, recuerdos, etc. etc. Todo fue perfecto, las paredes de amplificadores, las pedaleras gigantes, ls proyecciones, la iluminación, simplemente las condiciones fueron las mejores, no hubo mejor momento para una reunión que éste.
Iniciaron con I Only Said y justo después bang!!! When You Sleep. El sonido era tremendo, el PA súper poderoso, todo era un ataque directo hacia la audiencia, y no sólo sónico, también físico y visual. No hizo falta la (clásica) interacción de la banda con el público, un par de "thanks for coming" de parte de Bilinda y un extremadamente tímido Shields fueron suficientes. Esa "interacción" se dio de otra manera, simplemente éramos privilegiados de estar ahí, era casi como si la banda nos hubiera dado la oportunidad de entrar en su mundo por casi dos horas.
My Bloody Valentine @ Santa Monica Civic CenterFoto por: ddkim
Hubo varios choques (sin que esto sea algo negativo), uno enorme y fascinante fue el de la expresión de Bilinda como de paz demencial (de maestra de primaria) con las olas de noise, como en To Here Knows When (uno de los momentos más altos del concierto). Cerrabas los ojos y tenías todas las pruebas de que todo era real pero había un gran ingrediente dreamy, es difícil de explicar.
Antes de comenzar You Made Me Realise (madre del Holocausto y culpable de toda la leyenda alrededor de los shows en vivo de la banda) Bilinda agradeció y Shields advirtió: "here comes the bomb"... fueron casi 20 minutos de puro y exquisito noise, olas de osciladores, de low pitch. Fue una gran ráfaga que literalmente te hacía vibrar, levantabas las manos para sentir cómo tus palmas se movían, los cachetes, el estómago, estabamos en el epicentro de una bomba atómica.
Es casi imposible describir esta parte del set, sólo se puede comprender cuando se está ahí, es una experiencia que no sólo redefine la forma en que se adopta al ruido, sino que rompe con los límites en los que se encuentra la música y el mismo acto en vivo. La música entra por nuestros oídos, mueve sentimientos, provoca impulsos en el cerebro, pero qué sucede cuando ésta por fin se materializa en algo tangible. My Bloody Valentine lo ha logrado, tardaron años en hacerlo pues, dudo que el Holocausto en 1991 haya sonado igual. Ahora tienen acceso al doble o triple de PA, cuentan con ingeniero de sonido profesional (al final del concierto la gente lo felicitaba), total control del lugar en el que tocan y según el New York Times gastaron más de $366,000 dólares en equipo (sólo en backline).
Después de la ola de ruido regresaron con una hermosa precisión para terminar la canción. Dejaron sus instrumentos y a todos confudidos, había sido demasiado, repito, fuimos privilegiados. Fue un acto puro, sin parafernalia, sin recursos baratos... puro ART NOISE.
No esperaba que esto quedara tan largo, entonces para su comodidad contaré el resto del viaje en una segunda parte (el próximo mes!!! jeje). Estén pendientes para el Vol. 2 con Deerhoof y A Place To Bury Strangers!!!! Wahhhhhhh!!!
*Un agradecimiento a explosions y ddkim por las fotos. Había gorilas cuidando que no se tomaran fotografías (y está bien, el recuerdo sólo quedará en nuestras cabezas).
Antes de comenzar You Made Me Realise (madre del Holocausto y culpable de toda la leyenda alrededor de los shows en vivo de la banda) Bilinda agradeció y Shields advirtió: "here comes the bomb"... fueron casi 20 minutos de puro y exquisito noise, olas de osciladores, de low pitch. Fue una gran ráfaga que literalmente te hacía vibrar, levantabas las manos para sentir cómo tus palmas se movían, los cachetes, el estómago, estabamos en el epicentro de una bomba atómica.
Es casi imposible describir esta parte del set, sólo se puede comprender cuando se está ahí, es una experiencia que no sólo redefine la forma en que se adopta al ruido, sino que rompe con los límites en los que se encuentra la música y el mismo acto en vivo. La música entra por nuestros oídos, mueve sentimientos, provoca impulsos en el cerebro, pero qué sucede cuando ésta por fin se materializa en algo tangible. My Bloody Valentine lo ha logrado, tardaron años en hacerlo pues, dudo que el Holocausto en 1991 haya sonado igual. Ahora tienen acceso al doble o triple de PA, cuentan con ingeniero de sonido profesional (al final del concierto la gente lo felicitaba), total control del lugar en el que tocan y según el New York Times gastaron más de $366,000 dólares en equipo (sólo en backline).
Después de la ola de ruido regresaron con una hermosa precisión para terminar la canción. Dejaron sus instrumentos y a todos confudidos, había sido demasiado, repito, fuimos privilegiados. Fue un acto puro, sin parafernalia, sin recursos baratos... puro ART NOISE.
No esperaba que esto quedara tan largo, entonces para su comodidad contaré el resto del viaje en una segunda parte (el próximo mes!!! jeje). Estén pendientes para el Vol. 2 con Deerhoof y A Place To Bury Strangers!!!! Wahhhhhhh!!!
*Un agradecimiento a explosions y ddkim por las fotos. Había gorilas cuidando que no se tomaran fotografías (y está bien, el recuerdo sólo quedará en nuestras cabezas).
